16 Abril 2016
Fresnedoso
El
pronóstico de lluvias abundantes a lo largo del día nos preocupaba, y,
aunque el viaje había comenzado con un precioso arco iris a la salida de
Madrid, al pasar por Coria diluviaba. Pero a la hora convenida, como
siempre, estábamos todos en la gasolinera de Moraleja. Saludos,
presentaciones e intercambios entre nuestro Director de la excursión y
querido Ex-Presidente del Grupo Mineralogista de Madrid Iñigo Orea, el
AGEX representado por Juan José Tejado y el GMM por Patricia Gallego.
Geólogos y Mineralogistas acordaron premiar al mejor Bateador de cada
Grupo con un ejemplar de la revista Bocamina nº 7, que contiene el
excelente artículo sobre el Oro de Navasfrías escrito por el Director de
la excursión.
El sol se esforzaba por salir, mientras Ínigo iba indicando al grupo el
punto de la carretera donde dejaríamos los coches, cerca del Arroyo
Fresnedoso y de la Quesería Ranal. Algunos miraban ya de reojo a la
Quesería pensando en los sabrosos quesos de cabra que nos aguardaban.
Más saludos, el dueño de la Quesería acudía a recibirnos, especialmente
a nuestro Director, también nuestros apreciados amigos bateadores recién
llegados de Valencia.
El tiempo mejoraba y con muchas ganas íbamos adecuando nuestra
vestimenta para dirigirnos al arroyo. Las incesantes lluvias de los
últimos días, se apreciaban en el acceso al túnel y a lo largo de él, y
este se había convertido en arroyo, nunca lo habíamos visto así.
¿Llevará oro? Algunos probaron su suerte y batearon en él por la tarde.
Impresionaba el verdor y la fuerza de la primavera de este año en el
entorno, el arroyo para no ser menos, corría deprisa y a rebosar.
¿Conseguiríamos nuestras pepitas? En el fondo, todos confiábamos en ello
pese a esta primera dificultad, las risas no faltaban, buen ambiente y
muchas ganas.
El Director fue reuniendo a los bateadores noveles para recibir las
primeras lecciones, algunos repetidores que querían subir nota se
unieron al grupo. Mucha atención.
En primer lugar nos habló de la formación de este oro, de ese filón que
lo contuvo, formado bajo desaparecidas cordilleras de granitos y
plutones, cuyos restos transportan y sedimentan las arenas que vamos a
batear hoy. Del interés de observación y reconocimiento de estos fangos
y arenas, para buscar los de tonalidad rojiza y oscura, que delatan la
presencia de minerales pesados como casiteritas y wolframatos, a los que
hay que prestar atención, por se buenos indicios para encontrar las
ansiadas pepitas, ya que suelen acompañar al precioso metal
anunciándolo, también las schellitas de colores más claros y
acaramelados.
Y por fin, tras llenarnos las bateas y hacer una demostración de las
mejores técnicas de bateo y lavado, enseñando el suave movimiento en
ángulo, sin hincar la batea en el agua, pero sin sacarla de ella, y que
deposita las arenas en forma de media luna en la batea, el emocionante
momento de “Bateas al agua”, como no acordamos entonces de Rufino Orea,
padre de Iñigo y del Bateo de oro en nuestro país, que ha enseñado a
batear a varias generaciones....un fuerte abrazo y aplauso desde el GMM.
Mientras tanto, algunos bateadores ya habían cantado ¡¡¡¡¡¡ORO!!!!!y
varias veces y lo habían incorporado a sus frasquitos.
Cada uno fue buscando su lugar a lo largo del arroyo. El caudal y la
fuerza de la corriente eran potentes. Concentrados en nuestra tarea y
con un ojo puesto en las nubes que volvían.
Casi todos recogimos muestras del precioso metal. El Director ahora daba
clases particulares a los bateadores, especialmente a los noveles, para
comprobar si progresaban adecuadamente, fueron aprobados.
El buen ambiente y la alegría reinantes, nos permitieron disfrutar mucho
de la experiencia.
El tiempo pasaba volando y llegó la hora de la comida. Unos se
dirigieron a la Quesería, todos daban buena cuenta del condumio, había
mucha energía que reponer. Los postres a toda prisa por las cuatro gotas
que cayeron.
No se necesitaron deliberaciones para decidir los dos bateadores
premiados con el Bocamina, aquí los tenemos VENCEDORES POR ….....PEPITAS
Algunos se fueron despidiendo sobre las cuatro, pero los demás habíamos
contraído la temida fiebre del oro y volvíamos a batear por la tarde.
A lo largo de todo el día se habían ido incorporando todos esos buenos
amigos que siempre atrae Íñigo y que son tan curiosos como interesantes.
De repente constatamos entre nosotros la presencia del Bateador
enmascarado, Don Rogelio
Sabemos de su buena técnica por la pepita de buen tamaño que recogió.
Alguna bateadora se dió un refrescante baño en el arroyo.
La que suscribe, recogió su pepita bateando las arenas proporcionadas
por el experto bateador valenciano, y bajo la supervisión del Director,
muchas gracias a los dos. Y ya tocaba la despedida, serían más de las
seis de la tarde, cuando con pena nos marchamos los últimos bateadores
del AGEX y GMM.
Sus dos representantes firmaron y sellaron el Tratado del Arroyo
Fresnedoso, acordando realizar esta Excursión de Bateo de manera
conjunta anualmente, dejando esta imagen para la posteridad:
Y carretera y manta y un buen recuerdo de la jornada, de las buenas
compañías, de la experiencia compartida, del oro recogido. Gracias
Índigo, gracias Juanjo y gracias a nuestros amigos geólogos y
mineralogistas, con los que compartimos esta maravillosa afición.
Algunos partieron raudos a seguir haciendo turismo.
Hasta pronto Mineralogistas
Patricia Gallego Abaroa, Grupo Mineralogista de Madrid. |