10 Enero
2014
Mina de oro de la
Rinconada en Perú

El viernes 10 de enero Luis
Jordá dio una conferencia organizada por el GMM sobre la mina de oro de la
Rinconada en Perú.La charla fue amena y curiosa acercándonos una mina
desconocida por nosotros. Además pudimos disfrutar después de una gran
muestra de minerales de Luis y Cosme con algunas muestras realmente
espectaculares. Incluso se sortearon varias piezas para disfrute del
personal.
La mina de la Rinconada es una de las más altas del mundo, 5200 m, una de
las más peligrosas y la única ubicada junto a un glaciar. Se encuentra en
Perú, en la cordillera que hace frontera con Bolivia y cerca del lago
Titicaca. El pueblo más cercano se encuentra a unos 4000 m de altura y a
cinco horas de esta mina.
Tiene posiblemente la ley más alta del mundo con unos 30 g de oro por
tonelada llegando en zonas muy concretas como el cruce de filones a los 1000
g/t. Las escombreras tienen la asombrosa ley de 7 g/t. Es una ley brutal
comparada con la de otras minas de oro que se explotan con 2 g/t.
El yacimiento consiste en unos filones de oro nativo paralelos entre ellos
que han aflorado por la erosión. Un glaciar ha cubierto totalmente estos
filones y sólo su lento retroceso los va haciendo accesibles poco a poco. En
los últimos 5 años ha retrocedido 100 m lo que permite realizar nuevas
bocaminas continuamente.
La mina no está controlada por el estado. Hace poco el gobierno se hizo con
el control de las escombreras cuando envió al ejército. Entre las diferentes
contratas existe el miedo de que pronto pase a controlar también la propia
mina. Hay una compañía con más de 400 contratas que es la que reparte,
digamos, los filones. El sistema es curioso pero les funciona bien. Dividen
la ladera de los filones en cuadrículas de 30x30 m y eso es una concesión. A
partir de ahí se puede picar el filón sin límite de profundidad durante el
tiempo contratado o los metros. Es decir, puedes contratar por ejemplo los
primeros 100 m y los siguientes pertenecer a otra contrata diferente. Cada
contrata tiene su propio ingeniero, mineros, entibadores… El dinero que se
gana sigue el llamado método del cachorreo. Los trabajadores no tienen
sueldo ni lo quieren. Si se les contrata un mes trabajan 28 días seguidos
completamente gratis pero los dos últimos se les permite que todo el mineral
que saquen se lo queden ellos. Esos dos días ni duermen y aguantan como sea,
casi siempre gracias a hoja de coca. Unos buenos metros pueden originar
ganancias millonarias. Esto hace que muchos de los mineros sean oportunistas
de forma que acuden el periodo de tiempo necesario para obtener dinero y
volver a sus pueblos.
En la Rinconada hay una población de 20000 personas lo que supone una
logística enorme pero absolutamente desastrosa. La zona centro, la única con
construcciones en las que se ha usado ladrillo u hormigón, es demencial y
mucho peor que cualquier barrio de chabolas que hayamos conocido. Las aguas
fecales circulan por mitad de la calle junto a la basura. El mejor hotel era
para verlo ya que lo más lujoso era un orinal. Por supuesto no hay agua que
la consiguen seguramente del glaciar en el mejor de los casos. En invierno
las temperaturas son de 30ºC bajo cero. Esto se soporta con la dureza de los
hombres y mujeres. La mayoría de las miles de casas están construidas con
plásticos, piedras amontonadas y maderas sin protección aparente a heladas,
lluvias y demás. La seguridad brilla por su ausencia y cuando anochece
pasear por allí es jugarte la vida que, dicho sea de paso, no vale mucho más
por el día. Os podéis imaginar cómo acaban muchas de las discusiones en un
lugar sin ley, sin policía y con mucho oro. Se mueve mucho dinero y eso hace
que merezca la pena acercarse allí para vender ropa, herramientas… ya que se
venden a precios duplicados o triplicados. Parece que la hija del mayor
contratista de allí adquirió la finca de Rocío Jurado, algo que comentaban
muchos los mineros. También a este contratista le asaltaron un convoy con
las ganancias asesinando a todos los que en él iban.
Algunas minas se encuentran aún cubiertas por el glaciar y excavan túneles
para acceder a ellas. Son túneles que pueden superar tranquilamente los 100
m y la imagen del interior es espectacular. Además como el glaciar está en
movimiento a menudo se curvan los túneles o llegan a perder la bocamina en
su desplazamiento y hay que corregirlos de nuevo. En una de estas minas a
más de 5300 m se encontraron con algo curioso, un camión arrastrado a lo
largo de la ladera por casi 100 mineros para dejarlo en la mina donde
realizar sus servicios. Allí algunas alcanzan varios kilómetros de longitud.
Los camiones por cierto, para entrar en las galerías tienen que ser de
perfil bajo. Esto se resuelve con una buena sierra .
Parece que las minas no son tan caóticas por dentro como lo pueda parecer
según lo contado hasta ahora. Hay magníficos intubadores que las hacen
seguras a pesar que se trabaja siempre contrarreloj. Se vacía completamente
el filón y, o bien se intuba en madera de eucalipto, o bien se dejan pilares
del propio filón que se llevan al final ya que cuando se finaliza se rellena
de piedra. A veces una cuadrilla al componen 200 mineros y otras paralelas
de sólo 20. Esto hace que los primeros avancen diez veces más rápido. Se
puede llegar entonces a situaciones en las que se hace una galería lateral
para vaciar el filón vecino (pues aún los 20 obreros no han llegado a ese
punto por ir a un ritmo menor) y rellenarlo después. La situación siguiente
es bastante incómoda
Cuentan que en una ocasión un gran bloque de piedra no caía y obstaculizaba
la galería. Dicen que la razón es que estaba sujeto por una plancha de oro
que tuvieron que romper con soplete. Allí las historias extrañas son muchas
ayudadas además por la superstición y la coca. De hecho raro es el que no ha
visto o ha hablado con los dioses o ídolos de la mina a los que adoran y
regalan ofrendas. Creo que les llamaban Mochis. En las minas hay muchas
figuras suyas y siempre que pasan les dejan ofrendas como botellas,
cigarros, amuletos, coca masticada…
El material obtenido se trata de manera muy rudimentaria. A partir de
mercurio (de Almadén, por cierto) mezclan el material pulverizado con una
gran roca, moviéndola con la persona encima, a modo de mortero. El mercurio
con el agua que sobra se pierde y la amalgama obtenida de oro, algo de plata
y mercurio se vende allí mismo. Esas amalgamas se tratan con soplete para
eliminar el mercurio evaporándolo. Todo esto hace que las enfermedades se
multipliquen. Ese oro más o menos puro se manda ya a las ciudades donde se
mejora la pureza para producir lingotes.
Las escombreras, formadas por las morrenas del glaciar si no recuerdo mal,
también se trabajan. Normalmente son mujeres, muchas de ellas viudas,
perfectamente organizadas y llevando, como los hombres, sus uniformes para
saber la contrata a la que se pertenece (con los cascos del mismo color y
los abrigos). Allí prácticamente todas las piezas que se rompen tienen algo
de oro.
En resumen una mina que se ha ganado su fama.
Muchas gracias a Luis y perdón por los fallos cometidos debidos a mi mala
memoria.
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