Cabezo Negro. Zeneta. Murcia
Ya decía don Gaspar Melchor de
Jovellanos que sólo falta el tiempo a quien no sabe aprovecharlo. Desde
luego, hay ocasiones en que el tiempo parece elástico y da para todo. Y en
esta ocasión dos horas han sido como toda una jornada. Tan sólo disponemos
de un par de horas para acercarnos al Cabezo Negro de Zeneta o Volcán de
Zeneta.
Se trata de de uno de los casi 150 lugares catalogados de Interés Geológico
de relevancia internacional de España, incluido en el Inventario Mundial de
Lugares de Interés Geológico de la UNESCO (proyecto GEOSITE), por la rareza
de sus rocas volcánicas -ultra-potásicas-.
Esta área protegida de un cono volcánico se encuentra en la pedanía de la
región de Murcia que le da su nombre (Zeneta), muy cerca de la provincia de
Alicante. Se trata de una zona volcánica abrasada por el sol murciano que
presenta un elevado y variado interés en diferentes vertientes:
mineralógica, geológica y petrológico.
Lo primero que a cualquier paseante, senderista, viajero o curioso llamará
la atención, son los cerros de grava que saltan a la vista inmediatamente.
Son producto de la extracción que, según parece, se llevo a cabo de manera
ilegal para la construcción de la autovía Santomera-San Javier.
Siguiendo el camino que lleva hasta la cumbre del cabezo vamos encontrando
mineralizaciones de calcedonia verde que recubren las rocas ultra-potásicas
(lamproitas) del cabezo negro de Zeneta, siendo también relativamente
frecuente encontrar calcedonia recubriendo piroclastos de lamproitas. Las
lamproitas son rocas ígneas ricas en potasio y magnesio, formadas cuando el
magma se enfría y se solidifica.
Descubrimos y recogemos diversas muestras de calcedonia que se muestran en
las fotografías que ilustran esta breve crónica, junto con algunas piezas de
ópalos verdes, amarillo con tonalidades pardo-verdosas y azules, uno de
ellos de una bonita factura por su tamaño y morfología.
Otra mineralización de gran belleza que encontramos junto al camino de
ascenso a la cima del cabezo resulta casi inconfundible por su aspecto,
color, forma, hábito, etcétera. Se trata de la pirolusita en hábito
dendrítico. Un dióxido de manganeso, de raya negro azulada, que puede
presentarse, entre otras, en forma fibrosa, terrosa y dendrítica. La
encontramos en forma dendrítica, entre las rocas encajantes de los
diferentes afloramientos del volcán, apareciendo, probablemente, como el
resultado de minerales que contienen manganeso, rellenando fracturas
litológicas por todas las paredes y frentes del cabezo, algunas de una
extraordinaria belleza y calidad en sus formas arbóreas.
Regresamos volviendo sobre nuestros pasos y te das cuenta de que la belleza
puede estar en el paisaje, y en la generosidad de las formaciones que la
tierra nos presenta, pero también hay otra parte de la belleza,
complementaria de aquella, que se encuentra en la persona que mira, recoge
el fruto y se deleita con su contemplación.
J. Alfredo Gómez Pascual