11 Septiembre 2009
Mina la
Profunda Villamarín. León
La mina “La
Profunda” se encuentra al Norte de León, entre los pueblos leoneses de
Cármenes y Villamanín. Esta mina fue explotada desde el Neolítico
habiéndose encontrado hallazgos de hachas y buriles de piedra, y
posteriormente por los romanos, ofreciéndose veinte siglos más tarde
mineralizaciones de cobre, níquel y cobalto en calizas de origen
hidrotermal. En época actual fue descubierta en 1.859 y se mantuvo en su
mayor apogeo hasta el año 1.930 como la mayor productora de cobalto de
España.
La mina se ubica en el término municipal de Cármenes, a 1 km a la
izquierda de la carretera de Cármenes y a 6 km aproximadamente del
pueblo de Villamanín, situándose a una altitud de 1.500 metros sobre el
nivel del mar.
En el año 1.927 la compañía minera “Sociedad Coto Minero La Profunda”,
construyó una línea de baldes para llevar el mineral hasta la población
de Golpeja, cerca de Villamanín, dónde se instaló un complejo de
molienda para triturar el mineral, cargaderos, oficinas y servicios. En
1.930 se trataron por la “Sociedad Metalúrgica del Cobre y del Cobalto”
unas 500 toneladas de mineral, cesando la actividad en 1931. Después de
la guerra civil se abandonaron las explotaciones y la línea de baldes
fue desmantelada, según algunas fuentes, por los vecinos de los pueblos
cercanos para vender la chatarra. Finalmente, la empresa palentina
“Electrólisis del Cobre, S.A.” explotó la mina hasta que se agotaron las
bolsadas.
Tras casi un siglo de explotación, parcialmente interrumpida durante
algunos períodos de tiempo, las labores finalizaron en el año 1.953,
iniciándose desde entonces un proceso, como en tantos y tantos
yacimientos de nuestro país, de continúo deterioro y abandono.
La falta de interés, como decimos, y el abandono de la explotación ha
desembocado en la degradación y ruina de las instalaciones. Y eso,
tratándose de uno de los más importantes yacimientos de cobre del Norte
de España en el que se ha podido constatar, como antes se mencionó, una
explotación prehistórica a gran escala de los recursos cupríferos.
Lo verdaderamente sobresaliente y único de la mina “La Profunda” fue que
se encontró un nuevo mineral en forma de nódulos sobre dolomita. Se
trata de un mineral de color grisáceo, muy brillante, cristalizado pero
microscópico, caso único en el mundo. No estaba catalogado, y los
geólogos hospedados en Villamanín, lo bautizaron como “Villamaninita”,
último mineral incorporado a la tabla periódica de elementos.
Aún es posible encontrar muestras en sus escombreras y en el frente de
algunas bolsadas, todavía con mineral. La relación de especies
mineralógicas descritas es muy elevada aunque sólo algunas de ellas
ofrecen interés para coleccionistas. Hay finas texturas de calcopirita
en tránsito a bornita, vivamente irisadas, así como pequeñas vetas de
tennantita. Debido a la intensa oxidación de los minerales asociados, se
originan una profusa cantidad de arseniatos y carbonatos, siendo
destacables las zeuneritas (micas de uranio con tendencia a
deshidratarse transformándose en ejemplares de color verde), tirolita,
láminas y rocas finamente tapizadas de malaquita y azurita, esta última
frecuentemente cristalizada en muy pequeños grupos brillantes. El
aragonito verde y cuproso es muy abundante, rellenando cuevas y
cavidades con anchas fracturas de la roca caliza en la parte superior de
la mina.
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